viernes, 9 de julio de 2021

7 de agosto de 2021. LAGO SORAPIS

 

Hoy dormimos como bebes las tres. Lo que hace el cansancio físico! La perra ni se cantea! A las 6.30 ya estamos en marcha y somos capaces de desayunar y organizar todo en el tiempo record de una hora!

A las 8 empezamos la ruta al lago Sorapis. El comienzo es un poco lioso porque hay muchos aparcamientos que dan idea de la cantidad de gente que sube, y no queda claro cuál es el comienzo real porque está anunciada la ruta 125 en varios puntos… Bueno, al final damos con la salida correcta.

El camino es precioso, no cabe duda, pero bastante duro y en determinados tramos, peligroso, así que hay que tomárselo con mucha calma y con mucha precaución. Durante la primera hora se atraviesa un bosque de coníferas y es un camino ancho y llano en la mayor parte del trayecto. El primer momento de estrés se sufre al atravesar un nevero. Han hecho una pequeña senda para atravesarlo, pero está helada y es extremadamente resbaladiza, así que pasamos un rato complicadito, sobre todo porque Gemma lleva las deportivas con la suela gastada y no le agarran nada… La perra la llevábamos suelta cuando llegamos al nevero y al ver la nieve se puso como loca a correr por encima, con la pendiente que había!!!! Cómo se agarran estos bichos con las uñas y las patas para no caer! Pero vamos, no fuimos muy conscientes del riesgo que corría tanto ella, como la gente que estaba atravesando en ese momento la senda… Enseguida la cogimos. Un resbalón podría provocar una caída muy grave porque el nevero se acaba de manera abrupta y hay una caída de varios metros sobre un río de piedra… tremendo! Veíamos a la gente pasar con niños alegremente y nos echábamos las manos a la cabeza!




 Cuando se va alcanzando lo alto de montaña el camino comienza a estrecharse y se convierte en un desfiladero estrecho pegado a la gran roca de la muralla. Es una zona muy húmeda y hay tramos por los que discurre agua, con lo que la piedra se torna resbaladiza y extremadamente peligrosa, sobre todo cuando miras el acantilado que hay a tú izquierda…brrrr. En los tramos más peligrosos han creado como una vía ferrata, con cuerdas de hierro y tramos de escalera. Pero lo realmente peligroso es la enorme cantidad de gente que hace esta ruta y que te obliga a cruzarte de subida o bajada con personas en dirección contraria compartiendo un espacio realmente estrecho…. En fin un poco estresante, la verdad. Y más yendo con la perra atada, que me ponía muy nerviosa en esos tramos tan estrechos del desfiladero. 

A continuación las fotos muestran como se va dificultando el ascenso.








 La llegada al lago es absolutamente espectacular y compensa toda la dureza del camino. Al final del sendero, como en un recoveco tras una espesa vegetación, aparece un pequeño lago color turquesa que refleja las grandes cimas que lo rodean…. Es realmente impresionante. Gran belleza de lugar. Algo parecido al lago di Braies, pero más chiqutín, más turquesa y con las paredes que lo envuelven mucho más elevadas!! Alucinante.







 Damos la vuelta al lago y nos paramos a comer, ya reventadas, en la parte opuesta a la entrada, donde hay menos gente. Hace frío y se está poniendo nublado, así que comemos rapidito, hacemos mil fotos y emprendemos la vuelta, que va a ser dura. 





 La vuelta es casi peor que la subida porque hay mucha gente subiendo y te cruzas continuamente con otras personas, por cierto, todas sin mascarilla. Pero bueno, ahora ya sabemos lo que hay y nos lo tomamos con calma. Una vez pasamos el nevero, ya nos tranquilizamos del todo.

La gente “normal” hace la ruta en 4 horas (2 de subida y 2 de bajada). A nosotras, con Gemma en plena recuperación de la cirugía de tobillo que tuvo el pasado noviembre, nos cuesta 6, pero lo hacemos con calma y a gusto.

Llegamos echas polvo y tras beber un cervecita fresca y descansar un poco, nos vamos a ver Misurina y su lago. El pueblo no tiene nada especial y se recorre pronto y el lago, pues tampoco nos impresiona, la verdad. Será porque ya hemos visto muchos lagos en este viaje, será porque el día está nublado y no se ven los montes de alrededor, pero no nos dice gran cosa.Tanto es que no hacemos ni una foto...

Cenamos en la Pizzeria Edelweis una pizza y unos espaguetis carbonara para ver cómo cocinan la pasta y la pista en esta zona de Italia, y no quedamos defraudadas. 


 Tras la suculenta cena, retrocedemos de nuevo unos kilómetros para volver a dormir al maravilloso spot de ayer que tanto nos gustó.

Dulces sueños…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

23 de Julio de 2021. Preparativos..

 Después de un final de curso de infarto y dos años de pandemia, cogemos las vacaciones con más ilusión que nunca...  qué ganas de coger car...