Mis dueñas se han empeñado en llevarme a
sitios donde tengo que estar atada y eso no me gusta nada!! Menos mal que ellas
lo saben y tratan de sacarme de paseo a zonas donde me pueden soltar. Por eso,
ayer por la noche me llevaron por una zona de viñedos alucinante… parece un
bosque gigantesco de mini-árboles hechos a mi altura!! Me lo paso bomba
siguiendo rastros de conejos y cazando saltamontes gigantes!! Estoy súper
excitada y súper contenta porque por fin estamos de ruta y esto me encanta! No
paro de correr y ladrar mostrando a mis dueñas lo contenta que estoy!
Amanecemos temprano y Gemma me
sorprende yendo a comprar croissants al pueblo… qué delicia de pan y bollos nos
trae!
Tras copioso desayuno, vaciamos las aguas de la Rotxeta y nos vamos a
conocer el pueblo de día. A esas horas de la mañana (9.00) todavía no hay gente
y hace una temperatura buenísima, así que disfrutamos de un agradable paseo
recorriendo las vías principales que rodean la ciudad. Eguisheim tiene una
curiosa estructura circular, siendo las calles principales tres círculos
concéntricos que bordean el casco central. No parece tener un origen defensivo, sino
comercial. La zona de Alsacia tiene un monocultivo de vides que debe remontarse
a los celtas y que dota a toda la zona de un paisaje espectacular a base de
colinas con miles de hectáreas de cuidadísimos viñedos emparrados. Esto ha
hecho que esta sea una zona estratégica muy cotizada por franceses y alemanes y
así durante siglos ha ido cambiando sucesivamente de nacionalidad. Actualmente,
pertenece a Francia desde el fin de la segunda guerra mundial. Hitler la
anexionó a Alemania durante su mandato y obligó a los habitantes a luchar en la
guerra. En esta zona se hizo el único campo de concentración francés. Así, al
final de la II Guerra Mundial se devolvió Alsacia a Francia de nuevo. Los
Alsacianos son nacionalistas y sienten su tierra como única, con dialecto y
arquitectura y cultura propias, pero se sienten orgullosos de ser franceses.


El paisaje es asombroso, con
cientos de colinas tapizadas de viñedos y pueblos de cuento de hadas por
doquier. La zona desde luego es única y bien merece una visita.
Tras la visita a Eguisheim
subimos a la colina de los tres Chatoix (los tres castillos) que son tres
torres medio derruidas en medio de una naturaleza salvaje. La visita merece la
pena por el bosque que rodea a los castillos más que por los castillos en sí.
Disfrutamos de un paseo con la perra y decidimos comer y organizar la furgo en
esa zona tranquila y agradable.
Tras una siestuqui nos vamos
camino de Turkheim, nuestro siguiente destino. Otro pueblo de cuento de hadas
con casas cuidadísimas de diferentes colores.
Buscamos un lugar donde dormir,
nuestra preferencia son las zonas verdes y tranquilas para poder dejar a la
perra en libertad y nosotras disfrutar de la paz del lugar. Haciendo caso a
park4night nos vamos hacia Ingerheim, población cercana donde nos marca una
ubicación de nuestro agrado y efectivamente lo es… Una localización de plaza
única en lo alto de la colina y en medio de los viñedos nos permite disfrutar
de una agradable atardecer. Paseamos con la perra, cenamos y dormimos a pierna
suelta!!
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